Considerado durante mucho tiempo el lugar al que recurrir para el entretenimiento familiar, los recientes movimientos y declaraciones de Walt Disney Company indican un giro hacia una agenda cultural que amenaza ese legado y posiblemente su futuro.

“Crecí con el maravilloso mundo de Disney los domingos por la noche, cuando te acurrucabas bajo una manta con tu familia y disfrutabas una película de Disney… esa compañía ya no existe”, dijo Adam Holz, director de Focus on the Family.

Todo se disparó el pasado mes de marzo, cuando Disney apareció en los titulares por oponerse públicamente a una ley de Florida que prohíbe impartir ideología de género en las escuelas públicas desde jardín de infantes hasta tercer grado. Esta prohibición se aplicaba en concreto a la visión LGTBIQ+ de la orientación sexual y la identidad de género. Desde entonces, los altos ejecutivos de Disney han promovido un gran cambio para promover historias que impulsen la diversidad sexual y de género.

“Disney ha tardado en iniciar este tipo de cambios, pero ahora parece que han saltado al frente y han dicho: ‘No solo vamos a representar, sino que vamos a estar en una posición activista que promueve esta agenda’“, dijo Holz.

Como ejemplos más cercanos, la película Lightyear (de Disney-Pixar, que se estrena este mes) presenta a una pareja de lesbianas, y Thor: Love and Thunder, que se estrenará en julio, tiene un importante personaje principal LGBTQ.

Denuncias de los padres

Padres preocupados por la deriva de Disney enviaron videos internos de la compañía al activista conservador Chris Rufo, citando su preocupación.

En uno de los videos Latoya Raveneau, productora ejecutiva de Disney Television Animation, dice: “No debo tener miedo de que dos personajes (del mismo sexo) se besen”.

En otro video, la presidenta de Disney General Entertainment, Karey Burke, dijo: “Sabemos que la Generación Z es entre un 30 y un 40 por ciento más queer que otras generaciones, mamá, así que es mejor que Disney se ponga manos a la obra”.

Burke continuó expresando su apoyo a aumentar los personajes LGBTQ+ en el contenido de entretenimiento, con el objetivo de que el 50% de todos los personajes habituales y recurrentes del universo de Disney provengan de “grupos subrepresentados”.

En opinión de Holz este esfuerzo de Disney por mantenerse culturalmente relevante está llevando a perder el contacto con una gran parte de su audiencia.

“Hay padres que dicen: ‘Espera un minuto, ¿por qué tenemos que importar un mensaje sexual en la programación para niños?’ Entonces, incluso si hablamos más allá de esta agenda LGBT específica, creo que existe la preocupación de que ¿por qué todo tiene que ser sexualizado? ¿No es posible tener un entretenimiento que sea inocente, que deje eso para más tarde y no incluya el sexo en todo lo que hacemos?, cuestionó Holz.

Según una encuesta nacional de Trafalgar Group, casi el 70% de los votantes estadounidenses dicen que es menos probable que paguen por productos Disney debido a su impulso para exponer a los niños pequeños al mundo de la sexualidad.

“Disney era absolutamente sinónimo de confianza. Ante muchas otras cosas que existen, Disney estaba bien. Y ahora se ha convertido en otro proveedor de entretenimiento en el que no confiamos. Es más, no queremos que su agenda sea predicada precisamente a nuestros niños”, explicó Holz.