El auto estaba radicado en la localidad de Merlo, provincia de Buenos Aires, y tenía una denuncia por robo desde junio del año 2018.
Una mujer que había adquirido un Fiat Uno recientemente y pretendía realizar su verificación en la Planta Verificadora Policial, se llevó una sorpresa al conocer que el auto adquirido estaba adulterado y era robado.
Los peritos policiales examinaron minuciosamente la numeración del chasis y motor, constatando que la codificación de estos dígitos fueron manipulados. Asimismo, tras solicitar un informe de dominio, establecieron la procedencia ilegal del rodado.

El vehículo terminó secuestrado, al igual que la documentación, y el Juzgado de Instrucción Nro. 4 ordenó que se le recepcione declaraciones a la compradora.
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